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En este informativo te compartimos cómo influye el uso excesivo de las redes sociales en la salud mental, y qué recomendaciones puedes tomar en cuenta para que no te afecten.  

La utilización de las redes sociales ha aumentado en el transcurso de las últimas dos décadas. Según la revista The Lancet, encargada de investigación en temas de salud, “hay 4550 millones de usuarios en redes sociales alrededor de todo el mundo, esto equivale al 57,6% de la población mundial total”. Esto indica que las redes sociales se han vuelto parte de la vida cotidiana de un poco más de la mitad de la población mundial.  

Las redes sociales han facilitado el mantener contacto y crear nuevos vínculos sin importar la diferencia de horario o la distancia. Han sido buenas herramientas para la búsqueda de oportunidades o para aprender cosas nuevas. Durante la pandemia, estar conectado/a en una red social fue clave para la salud mental y responder ante emergencias mientras se mantenían las normas de distanciamiento social.  

Si bien es cierto, tienen muchos beneficios como cualquier herramienta, usarlas en exceso puede ser dañino para tu bienestar psicológico y físico. 

¿Cómo puede afectarte? 

Puede generarte tristeza profunda: de acuerdo con otro estudio de The Lancet, las personas que revisan Facebook por las noches experimentan mayor tristeza en comparación con quienes sí ponen límites antes de dormir. Esto puede deberse a la comparación constante con los estilos de vida de tus contactos o de otras personas que son populares en las redes.  

Puede desencadenar problemas para conciliar el sueño: el cerebro está programado para dormir una vez detecta disminución de la luz. Si utilizas tu teléfono u otro dispositivo antes de dormir, la luz azul puede enviar la señal a tu cerebro que aún es de día y afectar tu capacidad de conciliar el sueño.  

Puedes leer más sobre qué estrategias considerar en el artículo sobre la higiene del sueño: https://bit.ly/3WEg8s2  

Puedes tener problemas de autoestima: esto ocurre si comparas tu contenido como fotos o logros personales con los de otras personas en tus redes. También si te autovaloras dependiendo de la cantidad de “me gustas” que tengas. Podrían ser señales claras que es excesivo y está influyendo en cómo te percibes y valoras, y que dañe tu autoestima.  

Puedes leer sobre la autoestima en el siguiente enlace: https://bit.ly/3H5MV4l  

Crearía dependencia: las notificaciones como por ejemplo tener “me gustas” en una publicación generan dopamina, el neuroquímico encargado de generar bienestar. Si tu bienestar empieza a relacionarse demasiado a los “me gustas”, pronto querrás tener más dosis de dopamina y volverte adicto/a a estar en línea y publicar en tus redes. Puedes evaluar qué tanta emoción te genera las interacciones y tomar medidas al respecto.  

Desarrollarías FOMO o mejor conocido como “miedo a perderse de algo”: si detectas que eres dependiente a estar al tanto y de publicar en las redes, podrías padecer de este problema. Se da cuando no puedes tener acceso a tus redes sociales por cualquier circunstancia (ejemplo: has perdido señal de internet, perdiste tu celular, etc.).  Notas que te da angustia o miedo excesivo al punto de no poder concentrarte en tus actividades cotidianas.  

¿Qué puedes hacer para evitar esos problemas? 

Establece límites: si ya identificaste que pasas demasiado tiempo en las redes sociales, puedes establecer un horario tope hasta qué horas te permitirás conectarte. Esto ayudará a que no afectes tus horas de sueño.  

Desactiva las notificaciones si lo consideras necesario: por ejemplo, cuando estés con otras personas, en momentos de autocuidado o estés haciendo otras cosas que son importantes.  

Toma conciencia de por qué revisaste tus redes: luego de navegar en tus redes sociales puedes preguntarte como ejercicio reflexivo, qué te hizo sentir. Si fue solo entretenimiento o si fue agotador para ti.  

Pregúntate por qué lo haces: antes de entrar a tus redes sociales puedes preguntarte cuál es el objetivo. Puedes ingresar para informarte de las noticias recientes, es válido. Pero si no encuentras un objetivo claro, puedes plantearte verificarlas cuando ya tengas un propósito más definido.  

Ten momentos de desconexión: puede ser una forma de desintoxicarte del bombardeo constante de información.  

Haz limpieza: puede que tengas bastantes “amigos”, pero que con el tiempo algunas de las publicaciones de esos contactos no te hagan sentir bien. Estás en tus derechos de eliminarlos, bloquearlos o dejarlos de seguir. 

Ten en mente que no todo en las redes sociales es acorde a la vida real: la mayoría de las personas muestran la imagen que quieren proyectar. Pudo haber una planificación previa o puede que falte más información a lo que está a simple vista. No todo es lo que crees que ves.  

Información adicional.  

  • Puedes leer cuáles son las consecuencias de la exposición a la tecnología en la niñez en el siguiente enlace: https://bit.ly/3GnLdtf  
  • También encontrarás información sobre algunos tipos de acoso y violencia a los que pueden estar expuestos niños, niñas y adolescentes, al dar clic al siguiente enlace: http://bit.ly/3K19Uin  

Nota: si deseas recibir apoyo psicosocial u orientación sobre diferentes opciones de servicios en el país identificados en Cuéntanos, puedes escribirnos por WhatsApp https://wa.me/50377874224, Facebook Messenger o Instagram, todos los días de 7:00 a.m. a 7:00 p.m.

Fuentes de consulta: