En este informativo conocerás algunas estrategias que puedes implementar como cuidador/a para que los niños y niñas puedan ser respetados/as desde su individualidad y sean capaces de tomar decisiones.

¿Qué es la integridad personal?

De acuerdo con la Convención Americana sobre Derechos Humanos (art. 5), toda persona tiene derecho a que se respete su integridad física, psíquica y moral. Es decir, que nadie puede ser objeto de actos u omisiones que afecten o dañen el cuerpo humano, la integridad mental o la dignidad humana.

Según el Observatorio Universitario de Derechos Humanos (OUDH), el derecho a la integridad personal es un derecho fundamental de carácter inderogable, sin cuyo aseguramiento no se puede hablar de vida digna.

¿Qué implica cada componente?

  1. La integridad física se refiere a la preservación y cuidado de todas las partes del cuerpo, relacionado con el estado de salud de las personas.
  2. La integridad psíquica es la conservación de todas las habilidades motrices, emocionales, psicológicas e intelectuales.
  3. La integridad moral hace referencia al derecho de cada ser humano a desarrollar su vida acorde a sus convicciones.

Herramientas para favorecer las habilidades y desarrollo personal en la niñez

  • Comunicar derechos: es necesario expresar a niños, niñas y adolescentes la importancia de conocer y hacer valer sus derechos, y que su cumplimiento no depende de su sexo, situación económica, estatus migratorio o nacionalidad. En el siguiente enlace puedes explorar más sobre los derechos https://bit.ly/3inSLDR 
  • Escuchar: prestar atención de forma genuina a niños y niñas puede favorecer la identificación de sus necesidades individuales, maneras de pensar, expectativas y visión del mundo y su percepción de emociones. Además, puede apoyar al fortalecimiento de la autoestima.
  • Identificar límites: se debe fomentar el establecimiento de límites saludables hacia otras personas. Que sean capaces de identificar cuando sus derechos, deseos, opiniones y necesidades personales están siendo violentados, que puedan decir no y que sepan que no están obligados a hacer algo que les provoque temor o incomodidad.
  • Evitar juicios, acciones y toma de decisiones basadas en estereotipos de género: esto invisibiliza la individualidad de niños y niñas al atribuirles características específicas solo a hombres o mujeres. Tomar decisiones basadas en estereotipos puede generar desigualdad, falta de acceso a recursos y obstáculos a la libertad de expresión. Por ejemplo, se puede privar a niños y hombres de expresar tristeza o dolor porque socialmente se les considera “fuertes”. Además, puede que niñas y mujeres se sientan presionadas a asumir una carrera orientada al cuidado, por ser consideradas “serviciales”.
  • Permitir la exploración y el fortalecimiento de intereses, habilidades y capacidades individuales: niños y niñas muestran sus gustos a medida que exploran el mundo y se relacionan con otras personas. Es importante promover actividades que permitan potenciar sus habilidades y capacidades personales. Por ejemplo, si le gusta jugar algún deporte, se le puede sugerir integrarse a clases especializadas.

Estas acciones pueden ponerse en práctica tanto en el hogar como en la escuela y comunidad, de esta manera se brindan herramientas a niños, niñas y adolescentes para proteger su integridad personal.

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Fuentes de consulta: