En este informativo podrás conocer sobre la importancia del apego, sus tipos y cómo establecer este vínculo de manera saludable.

El apego es un comportamiento instintivo e íntimo que permite crear y mantener relaciones de afecto con otras personas. Es un vínculo emocional que, desde etapas muy tempranas, se establece entre el niño/a y sus cuidadores; esta relación se caracteriza por ser duradera y estable en el tiempo. Dentro de las funciones que tiene el apego están:

  • Generar estabilidad emocional.

  • Brindar seguridad y sentido de protección.

  • Facilitar la exploración del mundo.

Este vínculo se forma a partir de los momentos en que el niño o niña expresa algún malestar, como sentirse solos/as, están enfermos/as, se lastimaron o se hicieron daño, y la forma en cómo los padres, madres o cuidadores responden a esa necesidad de ayuda y protección.

¿Por qué es importante el apego?

Actualmente, se considera al apego como uno de los aspectos más significativos para el desarrollo social y emocional durante la niñez por las siguientes razones:

  • Es un factor biológico, todas las personas desarrollan la necesidad de establecer relaciones con otras personas que brinden amor y protección.

  • El apego durante la niñez será la base para desarrollar habilidades sociales que, además, influirán en su comportamiento durante las otras etapas de la vida, como la adultez y vejez.

  • Establecer vínculos saludables favorece al desarrollo de sentido de seguridad, confianza y autonomía que les permitirán afrontar y conocer su entorno.

Por otro lado, la neuropsicóloga pediátrica Carina Castro, en su conferencia sobre los Cinco Factores Determinantes en la Salud Mental de los Niños y Adolescentes, menciona que, el desarrollar vínculos afectivos seguros y estables pueden ser un factor determinante y fundamental para la salud mental durante estas etapas, puesto que brindará herramientas afectivas que le permitan afrontar de mejor manera los problemas, gestionar sus emociones ante el estrés y la frustración, así como también prevenir el desarrollo de ansiedad o depresión.

Tipos de apego

La psicoanalista Mary Ainsworth propone que la relación y la interacción que haya entre padres/madres e hijos/as determinará la forma en cómo se desarrollará el apego y los clasifica de la siguiente forma:

Apego seguro

Es la relación de manera equilibrada en donde las necesidades que brindan bienestar como afecto, alimentación, atención, entre otras, son cubiertas de manera satisfactoria. Los niños/as con este tipo de apego se sienten seguros y tiene la confianza de buscar a sus cuidadores cuando sienten que hay alguna dificultad. Algunas características de este estilo de apego son:

  • Regulan con facilidad sus emociones al momento de separarse de su madre o padre.

  • Buscan el contacto físico y emocional de manera repetida.

  • Se siente seguro/a y en confianza para explorar el mundo cuando tiene cerca a su cuidador/a.

Apego inseguro evitativo

En este tipo de apego el niño o niña suele tener un comportamiento alterado y de necesidad a que su cuidador/a regrese, pero cuando regresa, el niño o niña le muestra cierta indiferencia y distancia. Suelen rechazar el contacto físico y hay poca o nula expresión emocional y en ocasiones esto se tiende a confundir con un estado de calma.

Apego inseguro ambivalente

Ante este tipo de apego observan comportamientos de preocupación y estrés cuando se separan de su cuidador/a esperan su regreso llorando y protestando y, cuando este regresa, no se calman con facilidad. También se muestran poco autónomos para explorar su entorno y realizar tareas que pueden hacer por sí solos.

¿Cómo establecer relaciones de apego saludable con mi hijo/a?

Acá te compartimos algunas estrategias que pueden ser de apoyo para establecer relaciones de apego de forma saludable con tus hijos e hijas.

  • Responde a sus necesidades primarias: uno de los principales elementos que proporcionan sensación de seguridad en los niños/as es la de facilitarles alimentación, sueño, atención y afecto.
  • Atiende su llanto: tomar en brazos a un niño/a que se encuentra asustado o que llora demasiado, favorece a su cerebro a comprender que puede contar con tu apoyo, que no se encuentra solo o sola ante las dificultades y permite tener un momento de validación ante las necesidades emocionales que está pasando.
  • Ayúdale a encontrar calma: muchas veces los niños/as aún no conocen sobre cómo dominar sus emociones, pueden sentirse desbordados y no comprender qué sucede. Estar a su lado durante ese momento puede ser de apoyo y le indicará que habrá alguien que le acompañe a reencontrar e identificar la emoción que está sintiendo.
  • Demuestra afecto físico y afecto: aparte de brindar seguridad, el contacto físico puede demostrar que es importante y que merece ser querido/a. Los abrazos, besos, el contacto visual y las palabras de aliento pueden ser pequeñas acciones que demuestren que tiene tu atención.
  • Dale tiempo y espacio para que explore: uno de los indicadores de apego seguro se identifica cuando los niños y niñas se muestran curiosos por explorar su entorno por sí solos, además de conocer nuevas cosas, les hace saber que confías en él o ella.
  • Sé responsable con tus ausencias: si debes salir y dejarle al cuidado de alguien más, muéstrate sensible a su miedo. A tu regreso, hazle saber que notaste esa ausencia y que también le extrañaste, puedes utilizar frases como “¿me has extrañado? Yo a ti también…. ¡Qué ganas tenía de verte!” “Cuéntame, ¿qué has hecho mientras no estaba?”.

Información de apoyo

Si bien establecer apego es vital para el desarrollo en la etapa de la infancia, es necesario identificar un límite en donde este no se convierta en sobreprotección. En el siguiente enlace podrás conocer sobre este tema, así como algunas de las consecuencias que conllevan estas prácticas: https://bit.ly/3n8vmJC

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Fuentes de consulta: