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En este informativo encontrarás información sobre qué es la procrastinación, cuáles pueden ser sus tipos y que puedes hacer para un mejor manejo del tiempo.

¿Qué es?

La procrastinación es el hábito de dejar para otro momento las actividades o situaciones que deben atenderse ya, y en su lugar se enfoca la atención a situaciones más agradables. Generalmente, las tareas que son retrasadas son aquellas que no son entretenidas o que requieren de mucha concentración. Y que, además, no son obligatorias realizarlas en el momento.

¿Cuáles son los tipos?

En resumen, la procrastinación es uno de los ladrones del tiempo. Según los autores de Ya es tiempo: los seis estilos de procrastinación y cómo superarlos, Linda Sapadin y Jack Maguire, existen seis perfiles de procrastinación con base en las razones que motivan esta actitud:

-Perfeccionista:es cuando las personas están tan preocupadas por no cumplir sus objetivos, que por mucho que trabajen, nunca están lo suficientemente satisfechas con el resultado como para darlo por terminado.

-Soñador:en este caso, las personas son muy buenas planeando cómo serán las cosas, pero sienten frustración cuando deben ejecutar lo que han planeado, confiando en que solo su optimismo las llevará a tener buen resultado.

-Preocupado:esta categoría se refiere a aquellas personas que están constantemente preocupadas. Piensan “¿Y si…?” con una actitud insegura, negativa y temerosa que las bloquea y les impide hacer frente a nuevos retos o tomar decisiones.

-Generador de crisis:en este tipo de perfil, se deja todo para el último momento con la falsa idea de que trabajan mejor bajo presión.

-Desafiante: tanto si es de forma pasivo-agresiva, como de manera explícita, estos profesionales dejan correr el tiempo como protesta por los plazos y las expectativas externas.

-Sobrecargado:son aquellas personas que nunca dicen no o no saben poner límites, asumiendo una gran cantidad de responsabilidades que les dificulta terminar a tiempo.

¿Qué puedes hacer para disminuir la procrastinación?

  • Divide la tarea en pequeñas subtareas que sean manejables.
  • Establece pequeñas metas que respondan a preguntas como: ¿qué es lo primero que tengo que hacer? ¿Y después? Poco a poco, irás completando tu meta.
  • Date un pequeño descanso al terminar cada una de las pequeñas tareas. Tomarte un pequeño descanso, ayudará a recuperar fuerzas tanto físicas como mentales. El cansancio es un factor que multiplica el desinterés y reduce el esfuerzo. Por lo que es importante darte pequeños periodos de desconexión y descanso de la actividad.
  • Evita darte permisos o poner excusas.
  • Evita usar frases como: aún tengo tiempo, miraré Facebook solo cinco minutos, empezaré mañana. De esta forma solo estarás fomentando la procrastinación.
  • Habla con alguien sobre tus tareas o metas.
  • Haz saber a las personas implicadas que has decidido hacer alguna actividad en específico. Una vez que lo hayas dicho, harás todo lo posible por cumplir tu palabra.
  • Busca apoyo profesional.

Como ves, estas son solo algunas formas eficaces para vencer la procrastinación. Sin embargo, no siempre son sencillas de implementar. Porque, en muchas ocasiones, detrás de esa postergación de las tareas se esconde el miedo al fracaso y el exceso de perfección. Puedes ver algunas opciones de atención psicológica gratuitas en el siguiente enlace: https://bit.ly/3CbXOhR 

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Fuentes de consulta