En este informativo conocerás sobre la disciplina positiva o crianza respetuosa, los beneficios de este tipo de crianza y algunas estrategias para implementarlas.

La disciplina positiva o asertiva es el conjunto de prácticas y principios empleados dentro de la crianza que se enfocan en el desarrollo de habilidades socioemocionales en niños, niñas y adolescentes. Busca promover actitudes positivas con el objetivo de aumentar las capacidades de autonomía, empatía, asertividad y resiliencia. Además, bajo estas prácticas se considera a los errores como oportunidades de aprendizaje.

Beneficios de la disciplina positiva

Te compartimos algunos beneficios que se tienen al implementar la disciplina positiva:

  • Los niños, niñas y adolescentes aprenden a identificar sus fortalezas y habilidades.

  • Favorece a la construcción de relaciones basadas en el respeto mutuo.

  • Promueve la identificación de límites.

  • Aumenta el desarrollo de habilidades sociales para interactuar con otros.

  • Promueve el desarrollo de habilidades para la búsqueda de resolución a problemas y toma de decisiones de manera autónoma.

  • Facilita la identificación y gestión de emociones y sentimientos.

¿Cómo implementar la disciplina positiva en casa?

Hay algunas prácticas que puedes empezar a implementar en casa. Recuerda que la crianza no se rige bajo pasos o instrucciones como en un manual, es importante que tengas la disposición y la paciencia al momento de implementar estas acciones.

  • Ante una situación que no salió como se esperaba, comunícate, escucha de manera activa y valida sus emociones y sentimientos. Darle la importancia a cómo se sintió respecto a algún hecho le brindará seguridad y aceptación. Puedes usar frases como “eso te enojó mucho, ¿verdad?”.
  • Evita dar soluciones inmediatas, si el niño o niña puede manejar una situación por sí mismo/a, deja que busque alternativas de solución. Por ejemplo, “se te cayó el vaso con agua, ¿qué hacemos ahora?”
  • Evita utilizar castigos o amenazas. Este tipo de prácticas desarrollan temor y la necesidad de mentir.
  • Habla en positivo, evita prohibir o utilizar la palabra “no” al establecer límites. Intenta dar una explicación de por qué no puede hacer algo, por ejemplo “si te subes a la mesa, te puedes caer”.
  • Promueve la autonomía, reparte responsabilidades aptas a su edad, permite que se equivoque y aprenda de sus errores, evitando que los vea como fracasos.

Recuerda que en ocasiones puede ser complicado desaprender las formas tradicionales de disciplina como regaños y castigos, que si bien brindan una solución inmediata, solo generan sensaciones de miedo o comportamientos agresivos. Sin embargo, puedes iniciar con pequeñas acciones e ir avanzando poco a poco.

Otra información que puede interesar

  • Puedes conocer información sobre cómo apoyar a cuidadores/as ante actitudes desafiantes en niñez y adolescencia, accediendo al siguiente enlace: http://bit.ly/3IhCrPZ 

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Fuentes de consulta: