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En este informativo conocerás algunos conceptos relacionados a la sexualidad y al autismo y cómo se desmienten algunos mitos relacionados al tema.

¿Qué es el autismo?

El autismo es una condición neurológica compleja que dura toda la vida. La persona con Trastorno del Espectro Autista (TEA) atraviesa las mismas etapas vitales que todas las personas, con los cambios físicos y emocionales que conlleva.

La o él adolescente con autismo, además, necesitará que se les enseñe sobre los cambios que le sucederán y como deben comportarse en relación a esos cambios corporales.

¿Qué es la sexualidad?

  • Forma parte de nuestro desarrollo biológico. Los cambios (físicos, psicológicos y conductuales) más evidentes se producen durante la adolescencia (entre los 10 y los 19 años). Es la fase en la que los niños y niñas presentan su desarrollo sexual.
  • El Sistema Nervioso Central segrega hormonas sexuales, que aunque llevan tiempo siendo segregados, en la adolescencia comienzan a tener efectos observables a nivel corporal.
  • Aparecen conductas tendentes a obtener placer (en relación con el otro, o a través de la autoestimulación)

¿Por qué no se habla mucho de sexualidad y autismo?

Se debe a dos razones principales:

  • El autismo es pensado en niñas/ños (pero ellas/os crecen). Por lo tanto, no se suele pensar en autismo asociado a la sexualidad adulta.
  • Se tiene la creencia de que son “seres que no tienen sexo o que no exploraran su sexualidad”.

Mitos sobre la sexualidad en personas con autismo

La mayoría de los mitos tienen en común la negación del hecho sexual en las personas o parejas con diversidad funcional, basados en la falsa creencia: “La sexualidad solo puede ser compatible con individuos sanos; física y psicológicamente”. Entre los mitos que se dan, están:

  1. Son como niñas/os, no tienen necesidades sexuales: las y los adolescentes con TEA tienen los mismos impulsos sexuales que el resto de las personas, y hay que trabajar para que se pierda el miedo. Disfrutar de forma plena la sexualidad es un derecho independientemente del género, religión, edad y condición.
  2. Tienen impedimento para desarrollar relaciones consideradas normales: las dificultades en quien tiene alguna limitación física, sensorial o mental no impide que sea capaz de amar, seducir, dar y recibir placer, respetar a su pareja y todo lo que implica una relación sana.
  3. No son atractivas/os: son pocas las personas que logran alcanzar los ideales de belleza y perfección socialmente impuestos. Sin embargo, la gran mayoría logra establecer vínculos afectivos, porque para el enamoramiento no solamente juega el cuerpo sino lo que la persona es.
  4. Pueden transmitir su discapacidad a la descendencia: no toda discapacidad tiene un origen genético. Por otro lado, la sexualidad no tiene que ver únicamente con las cuestiones reproductivas, por lo cual, aun en caso de que exista cierto grado de probabilidad, puede gozarse de ella.
  5. La única manera de obtener placer sexual es mediante el coito: más allá de la relación física con otra persona y la autosatisfacción, la sexualidad también se vive placenteramente desde las fantasías, el deseo, la atracción, el enamoramiento, entre otro/as.
  6. Mejor no hablar de estas cuestiones para que no se despierten conductas impropias: precisamente la falta de información es lo que puede dispararlas. El desconocimiento de qué se puede y/o se debe y qué no, es lo que puede llevar a la exploración.
  7. Los hombres tienen más deseos que las mujeres: este mito está en línea con la infundada creencia social pero carece de bases sólidas, ya que la dicotomía activo/pasiva es falsa y un producto cultural. Esto no solamente se percibe para las personas con discapacidad, sino, para la población en general.
  8. Las personas con discapacidad son solamente heterosexuales: comparten la amplia variedad de posibilidades en orientación sexual, aunque generalmente, al negárseles la sexualidad, ni siquiera pueden realizar la elección y conocerse más.
  9. Las personas con diversidad funcional son una mala opción para parejas románticas: vivir con una discapacidad no significa que se contribuya en menor a una relación, ni que se esté en situación de desventaja o dependencia de ésta. Las relaciones humanas implican siempre un compromiso de equidad.
  10. Las personas con discapacidad no son abusadas sexualmente: este mito parte del supuesto que las personas con diversidad funcional, no son vistas sexualmente deseable, por lo que no serán objeto de abusos sexuales. Las personas con discapacidad física y mental, suelen ser más propensos/as a recibir violencia sexual. Esto abarca el abuso de poder dominante por el personal médico y de rehabilitación o familiares. Entre otras formas de abuso: el confinamiento forzado, el maltrato físico y verbal, la invisibilización y mucho más.

Es importante que todas las madres, padres, tutores legales tomen en cuenta estos aspectos si tienen bajo tutela a una o un adolescente con autismo, es normal que experimente todo estos cambios y es necesario que nos informemos responsablemente de cuáles son las implicaciones y todos los factores que conllevan.

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Fuente de consulta:

  • Asociación de Autismo de Oriente, El Salvador (ASDAO)