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En este informativo encontrarás algunas señales de alerta que podrían indicar un posible riesgo de idea o intento suicida en niños o niñas, y algunas medidas de prevención que podrías tomar en cuenta.

Se tiende a asumir que los niños/as o adolescentes no sufren o no considerarían el suicidio porque están en una edad demasiado temprana para pasar por esto. Pero en realidad, se puede experimentar adversidad incluso desde el embarazo. Por lo tanto, un niño o niña sin importar su edad también pueden experimentar tristeza, desesperanza o angustia, que eventualmente podría desencadenar el deseo de no querer seguir viviendo y, consecuentemente, intentar cometer un acto suicida.

Algunas causas de por qué podría suceder

Esto puede deberse a múltiples causas, entre éstas pueden estar:

  1. Debido a que un miembro en la familia haya cometido suicidio y el niño, niña o adolescente se haya enterado de ello. Las niñas y niños aprenden mayormente por observación e imitación. Al saber que alguien adulto en la familia se quitó la vida, puede que lo/a motive a elegir esa alternativa para detener la angustia o tristeza que está experimentando en el momento.
  2. Que el niño, niña o adolescente tenga depresión u otro problema de salud mental.
  3. Rechazo por parte de la familia ya sea por el aspecto físico, orientación sexual o alguna característica peculiar que tengan.
  4. El haber vivido experiencias traumáticas o adversas, como, por ejemplo: violencia intrafamiliar, violencia sexual, accidente de cualquier tipo, problemas serios de salud mental en uno de los cuidadores y cualquier tipo de maltrato infantil o negligencia.
  5. Al estar experimentando amenazas o acoso como intento de reclutamiento por pandillas, al estar siendo forzadas/os para uniones de pareja o noviazgos, al sufrir bullying en la escuela, etc.
  6. Por un mal manejo de duelo. Cuando la niña, niño o adolescente perdió a alguien significativo en su vida y no se le brindó el apoyo o acompañamiento necesario para que sobrellevara su duelo con normalidad.
  7. Involucramiento a retos o tendencias que incitan el suicidio. Retos como «la ballena azul» o de «momo», que piden a niños, niñas y adolescentes completar una serie de retos que finaliza en cometer suicidio.

Nota: Es importante recalcar que el niño o niña puede llegar a permanecer con la idea por menor tiempo y cometer suicidio con mayor rapidez, ya que aún no tiene la capacidad de regular sus emociones y pensamientos como la tendría un/a adulto/a.

Las áreas del cerebro responsables de esta regulación aún no están del todo desarrolladas. Las emociones tienden a vivirse con mayor intensidad y aún no está desarrollada la capacidad de verbalizar que necesita ayuda.

Algunas señales de alerta

  • Cambio drástico del comportamiento y estado de ánimo. De pronto dejó de hacer las cosas que le gustaban hacer, como jugar con sus amigos/as. Ahora tiende a aislarse.
  • Se irrita con facilidad o tiene comportamiento violento.
  • Ha manifestado querer morirse o dice frases como: mejor no hubiera nacido.
  • Presenta comportamientos impulsivos peligrosos, como querer tirarse de un puente, precipicio, a cruzarse una calle.
  • Pasa llorando con frecuencia, incluso sin motivos aparentes.
  • Ha perdido el apetito o tiene dificultades para dormir.
  • Hay días en que él o ella no quiere levantarse de la cama o no tiene ganas de hacer nada.
  • No se baña o cambia de ropa, cuando antes era todo lo contrario.

¿Qué puedes hacer para prevenir un intento suicida habiendo observado las señales de alerta?

  1. Escucha a tu hijo/a activamente. Nos acostumbramos a solo oír, pero no a escuchar con atención. Escúchale, incluso cuando no tenga mucho o nada que decir.
  2. Juega con él o ella, aunque esté adolescente. Hacer algo que a tus hijos/as les gusta es una forma de fortalecer el vínculo entre padres/madres e hijos e hijas y mejora la comunicación.
  3. Exprésale lo mucho que le quieres, haz preguntas sobre cómo le fue en el día. Siempre hazle saber que estás ahí para escucharle.
  4. No subestimes cuando tu hijo/a te manifieste que quiere morirse o diga algo por el estilo. Evita sobrerreaccionar, trata de mostrar calma y que estás dispuesto a escuchar el por qué se siente así.
  5. Motiva a tus hijas y/o hijos a hacer ejercicios físicos como salir a caminar, correr, andar en bicicleta, etc.
  6. Supervisa el uso de redes sociales para evitar que tu hijo o hija entre a grupos o retos que inciten el suicidio.
  7. Si no sabes qué hacer, busca apoyo profesional. Puedes ver algunas opciones de organizaciones que brindan atención psicológica en el siguiente enlace: https://bit.ly/3CbXOhR

Nota: si deseas recibir apoyo psicosocial u orientación sobre diferentes opciones de servicios en el país identificados en Cuéntanos, puedes escribirnos por WhatsApp https://wa.me/50377874224, Facebook Messenger o Instagram, todos los días de 7:00 a.m. a 7:00 p.m.

Fuentes de consulta