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En el siguiente informativo conocerás acerca de las enfermedades crónicas y su impacto al momento de recibir un diagnóstico a temprana edad.

Los adolescentes y la juventud representan bienestar en la sociedad y se asocia con el desarrollo de habilidades que le permitan independencia, seguridad y productividad a lo largo de la vida. Sin embargo, esto puede verse afectado al momento de recibir un diagnóstico de salud poco favorable.

Según la Organización Mundial de la Salud, se define a la población joven a quienes están en edades comprendidas entre los 10 a 24 años. Desarrollar una enfermedad en la juventud puede estar asociada con comportamientos riesgosos como:

  • El consumo nocivo de alcohol.
  • El tabaquismo.
  • Estilo de vida sedentario.
  • Dieta poco saludable. 

Se estima que entre un 7% y 10% de la población juvenil padece de una enfermedad crónica y entre algunas de las más comunes son:

  • Asma.
  • Enfermedades alérgicas.
  • Trastornos neurosensoriales como epilepsia o parálisis.
  • Obesidad.
  • Trastorno de Hiperactividad y Atención, depresión o ansiedad.
  • Cáncer.
  • Diabetes.
  • VIH.
  • Enfermedades cardiovasculares.

¿Cuál es el impacto de recibir un diagnóstico crónico?

Padecer de una enfermedad crónica puede ser un proceso complejo ya que se relaciona la sensación de supervivencia, recaídas y complicaciones. Muchas de estas llevan a tratamientos o procedimientos dolorosos, y aporta una carga adicional de estrés.

Es importante reconocer que estas enfermedades no solo afectan el desarrollo físico de las personas, sino también, interfieren en el desarrollo cognitivo, social y emocional, tanto de quien ha recibido el diagnóstico, como de quienes le rodean.

Entre algunas de las implicaciones que puede traer consigo pasar por una enfermedad crónica en la juventud o adolescencia están:

  • Dependencia de la madre, padre o cuidador, retrasando así el desarrollo de la autonomía y la adaptación a nuevas etapas de desarrollo.
  • Dificultades al momento de mantener relaciones estables con personas de su misma edad.
  • Alteraciones en el desarrollo de la identidad. Puede estar acompañado de sensaciones de inseguridad, frustración o enojo ante la incertidumbre de lo que puede ocurrir ante una enfermedad crónica.
  • Dificultades para proyectar un plan de vida a futuro.
  • Algunas personas pueden presentar conductas como autolesiones, aislamiento o consumo de sustancias nocivas.
  • Mayor riesgo a desarrollar una condición de salud mental desfavorable al experimentar sensaciones como desesperanza, ansiedad, depresión, indefensión, entre otras.
  • Problemas internalizados relacionados con el autoconcepto, autoimagen y bajos niveles de autoestima.
  • Puede haber dificultades educativas como problemas académicos y de aprendizaje debido a que, en ocasiones, algunas condiciones de salud pueden influir.
  • Pasar por una condición de salud crónica puede generar confusión o estrés respecto a cómo cuidarse.

¿Cómo afrontar un diagnóstico crónico?

La forma en cómo se realice el diagnóstico es determinante sobre cómo será tomada la noticia y las medidas de acción al respecto. Será importante tener presente el tiempo en que fue detectada la enfermedad, así como la certeza de los resultados.

Además, se puede tener en cuenta lo siguiente:

  • Valida todas las emociones. Se necesita energía para manejar una enfermedad crónica y puede que haya días en que se vea afectada la actitud y el estado de ánimo.
  • Infórmate sobre la enfermedad. Aprender sobre los cuidados y cómo aplicarlos al estilo de vida puede generar mayor sensación de control y puede favorecer a posibles pensamientos sobre “¿por qué a mí?”.
  • Identifica los posibles riesgos que puede traer consigo la enfermedad. Sin embargo, es importante limitar el acceso a información para minimizar la ansiedad o estrés.
  • Contar con una red de apoyo estable. Acudir con familiares, amistades u otras personas de confianza podrían ser favorables cuando ocurran momentos de desánimo o frustración.
  • Identifica actividades de autocuidado acorde a tus gustos y posibilidades. Tomar caminatas, ver una película, aprender a tocar un instrumento o realizar reuniones con seres queridos, pueden ser algunas de las alternativas para gestionar las emociones agobiantes que puede traer consigo las condiciones de salud.
  • Si las sensaciones de estrés o depresión persisten, puede ser oportuno recibir acompañamiento de parte de profesionales en el área de salud mental. En el siguiente enlace podrás encontrar algunas opciones de atención psicológica https://bit.ly/3CbXOhR 

Información de orientación

  • En el siguiente enlace podrás encontrar algunos establecimientos en donde puedes realizarte exámenes de rutina o recibir atención médica a bajo costo https://bit.ly/3Cmq3KO  

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Fuentes de consulta