En este informativo te compartimos cómo algunos estereotipos relacionados con el género pueden afectar la salud mental de hombres y mujeres.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), el género determina cómo vive las experiencias una persona. La sociedad impone roles y estereotipos a mujeres y hombres que influye directamente en su salud mental. Uno de los factores que entra en juego es la desigualdad de género.
Entre algunos de los ejemplos de cómo la construcción del género afecta a mujeres, están:
Alcanzar estándares de belleza. Desde niñas se enseña que deben tener un cuerpo determinado promovido por los medios de comunicación, redes sociales o por los miembros de su propia familia. Esto ha generado o podría llevar a tener problemas de autoestima, alimenticios o dismorfia corporal al creer que no se tiene las características esperadas.
Asumir el rol de cuidadora de la familia. Esta imposición podría generar que sacrifiquen sus propias necesidades sobre las demás. En la mayoría de los casos implica cuidar a los más pequeños, el quehacer de la casa, entre otras actividades. A la larga, tener la mayor responsabilidad en casa está correlacionado con tener problemas como depresión, ansiedad o síndrome del quemado.
Asociar los problemas de depresión y ansiedad con ser mujer. En primeros estudios de psiquiatría se llegó a considerar que la neurosis e histeria eran problemas vinculados con el estado hormonal de la mujer, al no estar casada aún. En la actualidad, aún se tiene la falsa creencia que tener este tipo de padecimientos son únicamente del género femenino.
Identificar las emociones como una característica femenina. Generalmente, se cree que llorar, tener miedo o muestras de amor están únicamente ligadas a las mujeres. Por el contrario, si expresa enojo o asertividad, puede tomarse como señal de rebeldía. Lo que en muchas ocasiones crea la expectativa de ser sumisas y siempre complacientes. Este tipo de creencias puede dificultar que se establezcan límites y/o se busque ayuda en caso de estar pasando por algún tipo de violencia.
En cuanto a cómo el género influye en hombres, se encuentran las siguientes implicaciones:
Expectativas de ser el principal proveedor. Esto tiene como consecuencia que no se consideren momentos para descansar para manejar del estrés. Tener toda la responsabilidad económica ante situaciones de desempleo pueden generar problemas severos de depresión, o incluso tener ideas suicidas.
Evitar sentir “emociones negativas”. No hay emociones buenas ni malas, cada una tiene su propia función. Sin embargo, socialmente se enseña a niños y jóvenes que sentir tristeza, miedo o angustia no son formas de expresar su masculinidad.
También se espera que siempre sean fuertes ante situaciones adversas. Contener emociones puede producir problemas de salud física que pueden llegar a desencadenar hipertensión arterial, problemas gastrointestinales, etc. Asimismo, dificulta a que busquen ayuda cuando se encuentran en una situación vulnerable física y emocionalmente.
Información relacionada:
- Si quieres leer cómo fomentar la igualdad de género desde la infancia, puedes leer un poco más en la siguiente nota informativa: https://bit.ly/3LhJWHP
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Fuentes de consulta:
- Ayuda en acción: Género y salud mental: el impacto de las expectativas sociales
- Oseki: Género y salud mental
- Suprema Corte de Justicia de la Nación: La importancia de la Perspectiva de Género en la Salud Mental