Empresas y empleados se desempeñan mejor cuando cuentan con un plan de acción específico. Tu plan es la visión que tienes de la compañía desglosado en pasos o hitos claros y alcanzables, cada uno con una línea de tiempo. Asegúrate de que todos tus empleados estén al tanto del plan y sepan el rol que desempeñan para hacerlo realidad. Ponte en contacto periódicamente por medio de la reunión con tu personal o por correos electrónicos semanales acerca del estado de las cuestiones para debatir qué tan bien se manejan como grupo hacia la meta. Asimismo,  puedes seguir nuestra guía paso a paso para [Crear un plan de negocios].

La planificación significa, también, adoptar un enfoque reflexivo de tu tiempo, por día y por semana. Considera preparar una lista para el día siguiente antes de irte de la oficina. Este simple acto puede ayudarte a garantizar el abordaje en primer lugar de las tareas prioritarias y servir de ayuda-memoria de las tareas importantes.

Genera un lugar de trabajo colaborativo.

Una compañía sólida aprovecha las fortalezas singulares de cada integrante del equipo. Las compañías donde los empleados cooperan o trabajan juntos en ideas, productos, esfuerzos de mercadero y más, tienden a ser más eficientes y poderosas porque aprovechan las fortalezas del grupo y no sólo las de su líder. La meta es que cada empleado sienta que desempeña un papel importante en el éxito y crecimiento de la empresa. La delegación de tareas, o el acto de asignar tareas específicas para que las realicen otros, constituye otra manera importante de garantizar una empresa colaborativa y eficiente. Al dividir y superar tareas empresariales, ayudas a tus empleados a sentir que son una parte más valiosa de la empresa y te libera para poder enfocarte en las tareas de liderazgo, para las que estás mejor calificado, tales como planificación y ventas.

Otro aspecto importante de la creación de un entorno laboral colaborativo consiste en solicitar periódicamente la opinión de tu personal acerca de tu desempeño como líder. Podría ser mediante un cuestionario dos veces por año, un buzón donde los empleados puedan dejar notas de sugerencias o agradecimiento, o por medio de discusiones o contactos. Pregunta los aspectos de tu liderazgo que los empleados más valoran y si hay algo que mejorar. Aunque pueda parecer difícil tener que escuchar opiniones de este tipo, te ayudará a seguir perfeccionándote y le demostrará a tu personal que estás dedicado a ser un líder sólido y reflexivo.

Entiende que los errores son parte del proceso.

Los errores pueden considerarse un fracaso, independientemente de que tú o un empleado los haya cometido. Sin embargo, suceden en toda empresa y pueden ser una manera importante de aprender y mejorar para ti y para tu equipo. Sea que un empleado haya extraviado un pedido, que un cliente haya recibido el producto equivocado o que tú pudieras haber manejado una conversación de trabajo con más amabilidad, los errores son parte del proceso. Lo que realmente importa es cómo tú y tu personal los abordan. Si ocurre un problema, el primer paso consiste en reconocer qué pasó. Pregúntales a todos los involucrados cómo se produjo el error y cuál creen que sería la mejor manera de resolverlo. Recuerda que todos cometemos errores a veces y una actitud comprensiva más que de reproche te ayudará a generar confianza con los empleados y a resolver el problema más eficazmente. En el caso de un pedido extraviado o incorrecto, envía el correcto inmediatamente y considera la posibilidad de ofrecer una tarjeta de descuento o un regalo en señal de buena voluntad. Después, ve qué puedes cambiar para garantizar que lo que haya causado el error — sea que haya sido un proceso defectuoso o una mala comunicación — no vuelva a suceder.

Lidera con el ejemplo.

La manera de vestirte, de encarar el día de trabajo, de tratar a los demás y de opinar acerca de tu producto o servicio influirá en la manera en que empleados y clientes ven a tu empresa. La motivación para que los demás hagan un buen trabajo poco tiene que ver con obligarlos a hacerlo o exigirles que lo hagan; se trata de configurar un lugar de trabajo donde la dedicación y una actitud profesional formen parte de la cultura de la empresa para querer significar el tipo de lugar de trabajo que es. 

Sé decidido.

Como líder de una empresa en crecimiento, probablemente cometas errores sin importar cuánta atención pongas en la planificación. Sin embargo, tu éxito depende de tu capacidad para tener un objetivo claro, realizar acciones e inspirar a tu equipo, incluso si hay traspiés y tienes que ajustar tu enfoque a través del tiempo. Asegúrate de comunicar estas decisiones a tus empleados y de estar preparado para explicar por qué haces lo que haces. Los líderes fuertes no tienen temor de hacer llamadas difíciles, sea dar por finalizada una línea de productos que no se desempeña bien, cambiar a un proveedor que es más adecuado para tu empresa o adquirir un equipo nuevo que ayudará a que ésta crezca.

Busca mentores.

Una buena manera de tomar decisiones acerca de tu empresa para hacerla crecer es convocar a expertos que hayan tenido éxito. Por esta razón, es valioso poder contar con mentores en y fuera de la industria con quienes hablar acerca de desafíos, ideas y mucho más. Probablemente los mentores sean personas que han sido exitosos en sus industrias, que tienen tiempo para reunirse contigo y que estarían dispuestos a ayudar. Para buscar un mentor, considera a los amigos y familiares que pueden ser buenos candidatos, conocen a otros dueños de empresa en eventos comunitarios y de la industria e, incluso, verifican en línea los servicios de correspondencia de mentores. El mentor perfecto puede ser alguien de tu comunidad o que está a una llamada telefónica o un correo electrónico de distancia.

Para algunos dueños de pequeñas empresas, la creación de un directorio basado en voluntarios es otra forma de obtener ideas y conocimientos acerca del negocio. Este directorio es un grupo de expertos en los que puedes confiar para brindarte apoyo, información y asesoramiento.

Ajusta sus habilidades de liderazgo.

Detrás de cada gran líder existe la voluntad de llegar a serlo. Independientemente de que el liderazgo sea algo natural en ti, puedes seguir perfeccionándote definiendo metas de liderazgo y controlando qué tan bien las vas cumpliendo a través del tiempo. También puedes asistir a clases por Internet y comunitarias para adquirir nuevas habilidades de liderazgo. Asimismo, muchos líderes solicitan opiniones acerca de su desempeño a otros dueños de empresa o empleados. Pregúntales a otros cómo tus acciones pueden ser una gran oportunidad para identificar áreas de fortalezas y mejora, y generar líneas de comunicación más abiertas.

Es probable que hayas ingresado en el negocio suponiendo que liderarías la compañía por ti mismo siempre, sólo para darte cuenta de que debes crear un equipo de empleados para poder completar el trabajo que hay que hacer. Independientemente de que hayas o no imaginado que ése es tu papel, ser un líder es una maravillosa oportunidad para aprender de los demás, conocer tus propias fortalezas, adquirir importantes habilidades comunicacionales que te servirán en todos los aspectos de la vida y ayudar a que tu empresa a ser más colaborativa, positiva y exitosa como nunca imaginaste. 

Nota: como líder de tu empresa, desempeñas un importante papel hacer avanzar a tu empresa.

 

Informativo elaborado con el apoyo de VISA y el International Rescue Committe - IRC.